INGREDIENTES:
- ½ taza de agua
- ¼ de kilo de papelón en trocitos.
- 6 clavos de especia
- 2 tazas de harina
- ½ cucharadita de canela molida
- ½ cucharadita de genjibre molido
- ¼ de cucharadita de clavo de especia molido
- 4 cucharadas de mantequilla con sal
- ¼ de cucharadita de bicarbonato de sodio
- ½ cucharada de aceite.
PREPARACIÓN:
Con anticipación para que esté completamente frío cuando se vaya a usar, se prepara un melado de papelón poniendo en una ola grande, para que no se derrame al hervir, el agua, el papelón y los clavos. Se lleva a un hervor y se cocina por 1 a 2 minutos, sólo hasta disolverse completamente el papelón. Se obtiene 1 taza de melado. Se cuela inmediatamente para eliminar los clavos y las impurezas (se reservan dos cucharadas de melado)...
Se precalienta el horno a 300 grados. En un envase se pone 1 taza menos 2 cucharadas de melado, se le agregan la harina, el jengibre, la canela, el clavo, la mantequilla y el bicarbonato; todo se mezcla muy bien con un mezclador de pasta y la punta de los dedos, sin amasar demasiado.
Con la 1/2 cucharada de aceite, se engrasa una bandeja de metal, para hornear, de unos 30 x 20 centímetros. Con las manos se hacen bolitas de unos 3 a 4 centímetros de diámetro, se colocan sobre la bandeja y con un tenedor enharinado o con los dedos enharinados, se aplastan hasta tener forma circular y un espesor uniforme de 1/2 centímetro.
Deben quedar bastante separadas, unos 3 centímetros, pues se extienden al hornearlas. Se lleva la bandeja al horno y se hornean por 30 minutos o hasta dorar. Se saca la bandeja del horno e inmediatamente se despegan las catalinas de la bandeja con una espátula de metal.
Se precalienta el horno a 300 grados. En un envase se pone 1 taza menos 2 cucharadas de melado, se le agregan la harina, el jengibre, la canela, el clavo, la mantequilla y el bicarbonato; todo se mezcla muy bien con un mezclador de pasta y la punta de los dedos, sin amasar demasiado.
Con la 1/2 cucharada de aceite, se engrasa una bandeja de metal, para hornear, de unos 30 x 20 centímetros. Con las manos se hacen bolitas de unos 3 a 4 centímetros de diámetro, se colocan sobre la bandeja y con un tenedor enharinado o con los dedos enharinados, se aplastan hasta tener forma circular y un espesor uniforme de 1/2 centímetro.
Deben quedar bastante separadas, unos 3 centímetros, pues se extienden al hornearlas. Se lleva la bandeja al horno y se hornean por 30 minutos o hasta dorar. Se saca la bandeja del horno e inmediatamente se despegan las catalinas de la bandeja con una espátula de metal.
Nota) Las catalinas son unos dulces galletas de contextura suave y sabor muy particular, es una preparación criolla de exquisito olor y sabor, que es resultado de la combinación de harina, papelón, almíbar y un toque de canela. Al acompañadas con café, chocolate o leche son una merienda perfecta, a mi me gusta comerlas con queso, obteniendo esa combinación dulce salado que tanto nos gusta a los venezolanos. En Estampas "A qué Sabe Venezuela" se da la siguiente descripción:
Catalinas
Los suculentos galletones que surgen de la mezcla de harina, papelón, bicarbonato de sodio, almíbar y un toque de canela son parte de la tradición dulcera de este país como los que más. En el portal www.venezuelatuya.com se reseña que hay quien las prefiere con una buena lonja de queso blanco por encima, para lograr la exquisita combinación dulce-salado. Los vendedores ambulantes las ofrecen, quizás, como un pedacito de la tierra a la que representan: Zulia, Lara o Bolívar, por nombrar algunos de los estados del país en los que tienen buena fama. Dicen que su contextura suave se aprecia más a gusto con una buena taza de café, chocolate o leche. Se les conoce también como paledonias o cucas. En el libro Dulcería Criolla, de la Fundación Bigott, se especifica que en la isla de Margarita se prepara una variedad llamada cuca pargueta, más delgada que las corrientes y con ralladura de jengibre como ingrediente adicional. .
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